Comprar vino de la Ribera del Duero
La Ribera de Duero es una comarca que se sitúa a orillas del río con el mismo nombre al sur de Burgos y a la Denominación de Origen Calificada a la que se acogen los viñedos ubicados en Castilla de León, donde se producen vinos tintos fundamentalmente, aunque también rosados y blancos.

Guía de compra de vinos de la Ribera del Duero
Comprar un vino de la Ribera del Duero puede ser una tarea algo difícil, incluso hasta para los más aficionados a este tipo de licor, y la razón es porque existen en España más de 300 bodegas con la Denominación de Origen y se producen unas 23.500 ha de uvas.

Siguiendo las sugerencias del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, existen tres aspectos fundamentales que se deberían tener en cuenta a la hora de elegir un vino Ribera de Duero: la ubicación de los viñedos, la variedad de la uva y la crianza.

1.- La ubicación de los viñedos: la Denominación de Origen indica que, para los cultivos de la parra, se pueden utilizar las tierras al norte de Castilla y León, ya que el suelo ha sido dotado de características ideales para el cultivo de la uva.

Los mejores viñedos están ubicados a una altura superior a los 900 metros. Esto hace que el fruto tenga un crecimiento y maduración más lento, con mayor resistencia y baja acidez, de allí que los vinos de estas tierras tengan una fuerza y carácter que le dan un gusto único en el mundo.

2.- El tiempo de la crianza: es uno de los aspectos más importantes que se tienen en cuenta en la elaboración de vinos tintos Ribera del Duero y es el proceso de envejecimiento, que se inicia introduciendo el vino en barricas de roble.

A estas barricas se les realiza un tostado previo en el interior haciendo uso de fuego. El grado de quemado, la antigüedad del barril y las veces que se utilice, modificarán el carácter del vino y deben permanecer un mínimo de 12 meses en barriles de menos de 330 litros.

Los vinos de reserva deberán tener una crianza de al menos 36 meses, de los cuales permanecerán 12 de ellos como mínimo, en barricas de roble francés o americano, y el resto del tiempo, envasados en sus respectivas botellas y ubicadas en la bodega.